Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia

El reto era hacer de los TAC y resonancias magnéticas una mejor experiencia para los niños. Para ello, se llevaron a cabo varias iniciativas desde la decoración de la sala para que se sientan inmersos en un fondo marino o la opción de ver una película con unas gafas virtuales durante la realización de la prueba.

Los niños con Trastorno del Espectro Autista pueden sentir el entorno hospitalario como muy hostil. Por ello, crearon una sala específica para ellos, con recursos para comunicarse como una cartilla TEA, pictogramas o una tablet, y todo tipo de ayudas para que entiendan qué se espera de ellos.

Era importante crear un entorno adaptado a esos niños y adolescentes que pasan por un tratamiento oncológico, para que sus mentes se evadan y lleven mejor esos momentos. Con dos espacios totalmente diferentes, uno con juguetes para niños, y otro más tecnológico con máquina arcade y otras actividades.

Para esos niños, sobre todo con enfermedades raras, que tienen que acudir periódicamente al hospital para recibir su tratamiento o hacerse pruebas, se implantaron una serie de medidas enfocadas a reducir su ansiedad y miedo y a que se sientan más seguros y tranquilos; entre ellas encontramos una sala de espera con juguetes y libros o la visita de payasos…

Se trata de un recorrido virtual desde una app para que las futuras mamás y sus acompañantes conozcan el centro asistencial, qué van a encontrarse, qué documentación necesitan traer… con el fin de que se sientan acompañados e informados antes, durante y después del parto.

En esos momentos tan duros, acompañar a las familias de una manera más establecida, apoyándoles, aclarándoles dudas e informándoles además de la existencia de grupos de apoyo.

A veces los profesionales sanitarios también necesitan ayuda psicológica. Por ejemplo, aquellos que se ven afectados por un efecto adverso grave, por un error o un accidente. Esta iniciativa se trata de una formación online en las que les enseñan a actuar y enfrentarse a este tipo de situaciones.

Tras la obligatoria suspensión de las visitas, se creó un protocolo para garantizar que los pacientes más vulnerables pudieran estar acompañados por sus familiares, intentando garantizar la seguridad tanto de profesionales como del propio paciente. También se facilitó la realización de videollamadas para verse cara a cara.

Pacientes ancianos o dependientes llegan al servicio de urgencias con una vulnerabilidad muy alta, con unas necesidades no solo sanitarias, también sociales, que deben ser atendidas. Se hizo por tanto necesario establecer un protocolo para dar una respuesta integral que aumentara las opciones de éxito.

Llevar las artes al entorno sanitario, con actuaciones de música en directo en diferentes áreas del hospital, acompañando a los pacientes y a sus familiares en ese largo camino, poniendo luz y color a esas sombras y a esa incertidumbre a la que se enfrentan.

Es esencial mantener formados a los profesionales en cómo abordar las interrelaciones entre las personas, sus necesidades psicológicas y emocionales y su apoyo social, abordando a cada persona de manera única e integral. Dos ejemplos, son los talleres de cómo dar noticias serias o de comunicación compasiva o no violenta.

Se acercó el Servicio de Farmacia a los pacientes ubicando una consulta de atención farmacéutica en el propio Hospital de Día con el fin de que en el mismo edificio puedan asistir a sus consultas médicos y recoger su medicación prescrita. Además, a raíz de la pandemia, se creó un sistema regional de dispensación de fármacos a domicilio, para llevar la medicación a los pacientes más vulnerables.

El objetivo principal era minimizar las esperas en la asistencia de los pacientes oncológicos al tratarse de tratamientos tan frecuentes y prolongados para intentar optimizar el tiempo que pasan en el Hospital de Día y que sea una experiencia lo más agradable posible. Para lograrlo, se potenció el uso del portal de pacientes, la comunicación por SMS, consulta con enfermería, la gestión de las citas…

Se adaptaron a esos pacientes que necesitan un cuidado tan especial, como los de trasplantes de médula ósea o con tratamiento contra la leucemia, creando un servicio totalmente independiente, con una planta entera del hospital, especialmente acondicionada a sus procedimientos y aislamientos.