Hospital Universitario Virgen de Valme de Sevilla

El hall del hospital cubre dos funciones: es la entrada y salida del centro, y a la vez funciona como sala de espera. Separaron las dos zonas con un moderno diseño de láminas de madera, que otorga intimidad, pero no “encierra” a las personas que esperan. También implantaron un nuevo sistema digital de admisiones.

El Hospital El Tomillar ha implementado un protocolo para pacientes no acompañados con el fin de que cuenten siempre con un cuidador con el que se sientan seguros y tranquilos, tengan apoyo psicológico o emocional o sirvan de intermediarios con el profesional. Intentan suplir en lo posible la atención de un familiar.

Nace con el objetivo de completar el abordaje a estas personas en cuidados paliativos. Aquellos que deseen permanecer en sus domicilios, pueden hacerlo con todas las garantías médicas, gracias al cuidado y esfuerzo de estos profesionales, que trabajan en contacto directo con los cuidadores y familiares e intentan cubrir todas sus necesidades tanto físicas como emocionales.

Siempre intentan ir más allá en el cuidado del paciente oncológico: ambientaron la sala con imágenes y mensajes positivos, cuentan con más espacio e intimidad para recibir sus tratamientos y estar más tranquilos, atienden mejor el aspecto nutricional a partir de una encuesta de satisfacción, ofrecen una dieta más personalizada, y más.

En Pediatría, la humanización es prioritaria. Con el fin de establecer una relación cercana con los niños y sus padres cuentan con varias rutinas como por ejemplo presentarse, contar con habitaciones con decoración infantil para distraer a los pequeños durante la realización de pruebas, les cantan, les hacen reír con la visita de payasos, trabajan en equipo con la escuela del hospital… Todo para hacer su estancia más amena.

Con el inicio de la pandemia elaboraron un plan de actuación y un protocolo de ingreso adaptado a la nueva situación, y que iban actualizando constantemente para ofrecer los mejores cuidados a todas las gestantes y la máxima tranquilidad y seguridad posible. Decidieron no separar a las familias, de forma que el padre podía acompañar en todo momento a la madre y al recién nacido hasta el momento del alta, se les hacia un test previo, y en caso de positivo, se habilita una habitación aislada.

Desde la Comisión de Docencia, se busca atender y resolver cualquier problema del día a día que puedan tener los nuevos profesionales durante su periodo formativo, escuchando sus necesidades y funcionando casi como padres y madres, para que se sientan como en casa, reducir sus inseguridades y que vean potenciado su desarrollo.

Crearon un protocolo en el que participaron profesionales de todas las especialidades implicadas en el cuidado de pacientes postcovid, sobre todo los de larga estancia y que incluía acciones como dar consejos en formato vídeo, apoyo emocional, ayuda para volver a adaptarse a sus vidas, acompañamiento, y mucho más.

Usan las nuevas tecnologías para la comunicación con pacientes y familiares. Por ejemplo, Mysphera en el área quirúrgica, para saber el estado del paciente en todo momento o Joyclinic, para mejorar la conectividad y su entretenimiento. También les colocan unas pulseras que les dan información para el control de sus constantes vitales.

El leit motiv del Servicio de Neonatología es “cuando ingresa un niño, ingresa él, y su familia”. Los bebés prematuros necesitan unos cuidados especiales, por ello las profesionales de esta unidad se encargan de crear un ambiente lo más parecido a un útero materno, cuidan mucho las manipulaciones, la luz, el ruido… Además, humanizan los espacios con dibujos y fomentan el apego entre los padres y el hijo mediante el piel con piel.