Empresas como Roche son una fuente de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), por lo que debemos asumir nuestra responsabilidad y tomar las medidas adecuadas para reducir nuestro impacto sobre el planeta.
Los acuerdos internacionales, como el Acuerdo de París, que Roche apoya activamente, así como la legislación nacional, definen objetivos y cronogramas para la reducción de emisiones. Desde principios de la década de 2000, Roche ha estado trabajando con la vista puesta en un futuro con bajas emisiones de carbono. El objetivo a largo plazo de la empresa es reducir a cero, para mediados de este siglo, las emisiones de fuentes propias o controladas o de la generación de energía comprada.
Para alcanzar estos ambiciosos objetivos, hemos seguido una estrategia clara, que ha demostrado ser muy exitosa. En primer lugar, hemos puesto nuestro propio negocio en orden mejorando las operaciones y nuestra intensidad energética (uso de energía por empleado); mientras que, en un segundo paso, sustituimos la energía restante con energía generada a partir de fuentes sostenibles. Al adoptar este enfoque, ya hemos obtenido logros importantes. Estamos muy por delante de los escenarios definidos por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), publicados en 2018.
La responsabilidad de Roche con el medio ambiente implica que buscamos activamente programas que reducen las emisiones de GEI. Para poder limitar el aumento del calentamiento global a 1,5 grados Celsius, los combustibles fósiles, principales responsables, deben quedar atrás.
La mayoría de las emisiones de GEI en Roche se originan en la transformación y el uso de energía. Por lo tanto, las acciones emprendidas para reducir los GEI, como el dióxido de carbono, se centran en todas aquellas cuestiones relacionadas con el uso de la energía (p. ej. reducir el consumo de energía y mejorar la intensidad energética).
Roche también está eliminando los hidrocarburos halogenados, que son gases de efecto invernadero muy potentes y que dañan significativamente la capa de ozono. Se utilizan principalmente en sistemas de refrigeración y extinción de incendios.
Creemos que reducir el consumo de energía es la forma más sostenible de minimizar el impacto negativo atribuido a su uso. Por lo tanto, para reducir las emisiones de GEI, Roche opta por tecnologías que sean energéticamente eficientes. Por ejemplo, nuestra sede en Suiza ha implementado redes térmicas en los nuevos edificios para utilizar el calor rechazado o desperdiciado.
Con estas medidas y con planes de acción de ahorro energético en toda la empresa, mejoramos significativamente la conservación y la eficiencia energética. Desde 2004, Roche ha reducido la intensidad energética en, aproximadamente, un 40%.
La electricidad de fuentes sostenibles supone aproximadamente el 63% del consumo total de electricidad de Roche.
Esta electricidad viene de proveedores especializados en energía de paneles solares, aerogeneradores o centrales hidroeléctricas.
Excluye las compensaciones de carbono o cualquier otro tipo de compensación para mitigar las emisiones propias de gases de efecto invernadero. En nuestra sede en Suzhou, China, el sistema de paneles solares produce suficiente electricidad a partir de la luz solar para cubrir casi el 80% de las necesidades energéticas del edificio de administración (o lo suficiente para alimentar casi 500 hogares privados durante un año entero).
Los programas de energía solar de Genentech, miembro del Grupo Roche, convierten a la organización en el mayor generador corporativo de energía solar en el Área de la Bahía de San Francisco. En un día soleado, los paneles d el sur de San Francisco y Vacaville generan aproximadamente una cuarta parte de las necesidades de electricidad de la sede, una cantidad comparable a la que se necesita para suministrar energía a 2.960 hogares.
Los paneles solares no solo reducen los costos de electricidad, sino que también ayudan a reducir las emisiones nocivas que produce la generación de electricidad tradicional y van al medio ambiente.
Resolver la amenaza climática ha sido y será nuestro principal impulsor para actuar como lo hacemos. Sin embargo, también existen buenas razones comerciales. El uso ineficiente de la energía tiene consecuencias financieras a corto plazo en términos de costes de energía, y en algunos lugares impuestos sobre el carbono o impuestos y regulaciones sobre el combustible y la energía. Las consecuencias a largo plazo atribuidas a los riesgos relacionados con el cambio climático (por ejemplo, condiciones climáticas extremas) podrían tener un impacto en las operaciones. Por último, ahorrar energía, además de mejorar la eficiencia energética, reduce las emisiones de GEI y todos los demás impactos negativos relacionados con la energía (por ejemplo, otros contaminantes, consumo de agua, residuos). Ambas medidas reducen las presiones ambientales y, al mismo tiempo, ahorran costes operativos para la empresa.
Todas nuestras acciones están encaminadas a reducir al mínimo la carga medioambiental. En Roche, estamos comprometidos con actuar dentro o por debajo del "presupuesto de la naturaleza" para dejar un entorno de vida estable a las generaciones futuras.
Desde Daca hasta Londres, nuestros empleados hablan de los desafíos climáticos a los que se enfrentan en su día a día.
El contenido de esta página web, responsabilidad de Roche Farma, S.A.U y Roche Diagnostics, S.L.U, está dirigido a usuarios residentes en España. No tiene como finalidad proporcionar asesoramiento médico, sobre diagnóstico o tratamiento. Para cualquier opinión médica, acuda a un profesional sanitario.