Existen dos tipos de degeneración asociada a la edad (DMAE), la seca y la húmeda.
La degeneración asociada a la edad (DMAE) seca es la más frecuente (un 90% de los casos) y su progresión es más lenta. La segunda es más agresiva y puede conducir a la pérdida de visión central en muy poco tiempo.
Uno de los principales retos en el abordaje de esta enfermedad es su detección precoz, ya que muchas personas con degeneración asociada a la edad (DMAE) no reconocen los síntomas de inmediato y los confunden con signos normales del envejecimiento.