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Datos del linfoma en España

Te contamos más sobre esta enfermedad y sus síntomas.

El 15 de septiembre celebramos el Día Mundial del Linfoma, una enfermedad con más de 500.000 nuevos diagnósticos cada año en todo el mundo.

En España, se estima que durante 2021 se diagnosticarán:

10.582

Nuevos casos de linfoma

1.527

Hodgkin

9.055

No Hodgkin

A dos grados de ti

¿Conoces la teoría de los seis grados? Todos estamos conectados a los demás a través de, como mucho, otras cinco personas. No somos entes aislados. Estamos unidos y más cerca de lo que creemos.

Si de media tenemos unos 500 conocidos, la cuenta es sencilla: solo hay una persona entre un paciente de linfoma y tú.

Contra el linfoma, todos estamos a dos pasos de los demás. No solo de los pacientes; también hematólogos, profesionales de enfermería, cuidadores y asociaciones de pacientes.

Todos estamos a dos grados de ti.

Teoría de los 6 grados de separación

El linfoma afecta aproximadamente a una de cada 10.000 personas.

Linfoma 6 grados de separación

Si conoces personalmente a Diego eres d1, es decir, estás "a un paso " de Diego.

Diego (d0) padece o ha padecido Linfoma.

Linfoma 6 grados de separación

Tú (d2) conoces a Ana (d1) que asu vez conoce a Diego (d0).

Linfoma 6 grados de separación

Usando un máximo de seis conexiones puedes conectar con Diego.

Linfoma 6 grados de separación

Con cada afectado (x0, z0, d0) se iniciaría una lista conectada diferente que conforman una red de conocimiento.

Linfoma 6 grados de separación

Con cada afectado (x0, z0, d0) se iniciaría una lista conectada diferente que conforman una red de conocimiento.

¿Qué es el linfoma?

El linfoma es un tipo de cáncer que provoca un crecimiento anormal y descontrolado de los linfocitos, un tipo de glóbulos blancos que se producen en la médula ósea y se encargan de proteger nuestro organismo. Los linfocitos pueden encontrarse en todo el cuerpo, por lo que este cáncer hematológico puede comenzar en cualquier parte del mismo.

Por ello, es esencial detectar el linfoma cuanto antes para así determinar qué subtipo de linfoma se trata, localizarlo y poner en marcha un tratamiento adecuado.

Tipos de linfoma

Aunque algunos de los síntomas son comunes, clasificar los linfomas permite a los profesionales sanitarios abordar esta enfermedad de forma personalizada y adaptar el tratamiento de forma correcta.

Qué es el linfoma no-Hodgkin

El linfoma no-Hodgkin es el tipo de linfoma más habitual. Se trata de un tipo deque afecta a cualquiera de las partes de este sistema: vasos, ganglios, bazo, amígdalas, timo, médula ósea y la propia linfa.

Las cifras del linfoma no-Hodgkin

En España, la incidencia está en torno a los 12,3 casos por cada 100.000 personas al año en el caso de los hombres, y 10,8 en el de las mujeres. Se trata del séptimo tipo de cáncer más habitual en ambos sexos.
En los últimos años, ha disminuido la mortalidad en todos los tipos de cáncer en hasta un 3%, lo que demuestra los grandes avances conseguidos en el desarrollo de tratamientos y en su efectividad. Aunque hay camino por recorrer, es todo un logro en la lucha contra el cáncer.

Síntomas y detección

Detectar el linfoma no-Hodgkin lo antes posible es clave para su evolución posterior. Los síntomas pueden ser muy variados. En 2 de cada 3 pacientes, lo más habitual es que se presente como un ganglio inflamado.
En el 40% de los pacientes pueden aparecer síntomas de fiebre, pérdida de peso o aumento de la sudoración que no se corresponden con otros problemas momentáneos (como puede ser una gripe o algún trastorno digestivo, por ejemplo).
Normalmente, el diagnóstico definitivo de este cáncer linfático se alcanza a través de una biopsia ganglionar del ganglio inflamado y, cuando sea necesario, de una biopsia medular.

Entendiendo el linfoma B difuso de células grandes

El linfoma B difuso de células grandes (LBDCG) es un tipo de linfoma no-Hodgkin que afecta a los linfocitos B y tiene un patrón difuso de invasión de los ganglios linfáticos. Este tipo de células, de gran tamaño, invaden los ganglios linfáticos de forma agresiva y se extiende rápidamente. Por eso, es clave detectarlo cuanto antes para iniciar su tratamiento.

Subtipos de LBDCG

Siendo el tipo de linfoma más habitual dentro de los LNH (linfomas no-Hodgkin) con un 31% de los casos, los investigadores han tratado de identificar los diferentes subtipos en los que se presenta. Aunque es una labor compleja y hay más subtipos que aún no se han concretado, sí podemos clasificar varios.

LBDCG rico en linfocitos T

Destaca por la presencia de un abundante infiltrado de linfocitos T y se suele presentar en varones adultos.

Granulomatosis linfomatoide

Es poco habitual y suele manifestarse en adultos y niños con inmunodeficiencia previa.

LBDCG primario del sistema nervioso central

Afecta especialmente al globo ocular o los testículos.

LBDCG primario cutáneo

Suele afectar a mujeres de más de 80 años y puede expandirse más allá de la piel.

Existen necesidades médicas no cubiertas para los pacientes que recaen de la enfermedad y se sigue investigando para ofrecer soluciones para todos los pacientes.

Qué síntomas produce el LBDCG

Generalmente, el linfoma B difuso de células grandes aparece con síntomas muy parecidos a los de otros linfomas de alto grado, como son la inflamación de ganglios y los llamados “síntomas B”, como la fiebre, la pérdida de peso o el malestar físico que no pueden achacarse a otras causas.

Este tipo de cáncer linfático suele aparecer en una o más regiones ganglionares (normalmente cervicales y abdominales). Si la inflamación es llamativa, es fácilmente detectable, aunque hay que remarcar que en general, no es dolorosa.

En cerca de un tercio de los pacientes, el LBDCG puede afectar inicialmente a órganos que no pertenecen al sistema linfático. Los más frecuentes son el tubo digestivo en general y el estómago en particular, lo que provoca síntomas como malestar, obstrucción del tránsito o úlceras y hemorragias digestivas.

Cómo abordar un diagnóstico de LBDCG

Cuando recibimos un diagnóstico de linfoma B difuso de células grandes, es normal que nos veamos afectados no solo físicamente, sino también emocionalmente. Roche ha realizado un estudio junto con AEAL que recoge las necesidades de los pacientes y destaca, entre otras, algunas demandas de los pacientes como la implementación de programas de atención biopsicosocial o informar al paciente y sus familiares de los recursos disponibles y cómo acceder a estos.

Es importante encontrarnos acompañados en los momentos esenciales, como las visitas médicas o los tratamientos, y establecer una comunicación clara, abierta y fluida con el personal médico que pueda resolver todas nuestras dudas y preocupaciones.

La familia y amigos desempeñan un papel fundamental en este proceso. Además, las asociaciones de pacientes y los psicooncólogos tienen un papel fundamental en el acompañamiento del paciente durante su proceso oncológico. Poder hablar, expresarse y comunicar su miedo o su sensación de soledad ayuda al paciente a asimilar su enfermedad y a poder afrontarla con mejor ánimo.

Del mismo modo, si nuestra calidad de vida empeora, podemos encontrar ayuda en psicooncólogos, fisioterapeutas o nutricionistas especializados en la atención al paciente oncológico.